Trekking pel Nepal: Dia 11. Kathmandú

Aquest dia l'hem dedicat a fer turisme per Kathmandú. Primer hem anat a Durbar Square on hem visitat temples i l'antic Palau Reial, avui convertit en museu i hem anat també al Kumari Ghar, el lloc on viu la Kumari, una deesa vivent que una vegada al dia teu el cap per una finestra d'aquest palau. Nosaltres no la vam veure. Després hem anat a visitar el temple de Swayambhunath o el temple dels monos, en una zona elevada amb unes vistes excepcionals de Kathmandú. I des d'aquí hem agafat un bus local per anar a Boudhanath, una estupa budista gran i espectacular. Aqui gairebé se'ns ha fet de nit i ja no tenim temps a anar a Pashupatinath, un altre lloc que deixem per la tornada a Kathmandú després de fer el trekking.

Hoy el dia lo dedicamos a callejear, la ciudad es un espectaculo en si, toda ella es una sugerencia, no en vano conviven budistas, hunduistas, bahaistas y tambien cristianos por lo que encontramos en cada esquina dioses a los que adoran dejandoles ofrendas en forma de flores y frutos, rezan, dan unas vueltas a su alrededor y despues se pintan un punto en la frente, no solo las mujeres sino hombres y niños tambien.
En Durbar Square esta el palacio real, entramos en los patios donde cada uno tiene su historia, desde las azoteas se puede ver toda la ciudad. En la misma plaza esta el templo de Kaasthamandap del que se dice que es el que da nombre a la ciudad, esta construido todo de madera sin sujecciones de ningun tipo y la leyenda cuenta que se construyó de un solo árbol. !UNA MARAVILLA!.
Para no perder tiempo en comer nos pedimos en un puesto callejero un vaso de yogourt con frutos secos que estaba buenisimo y seguimos andando hacia la colina donde esta el templo de los monos, estan considerados una divinitat y campan por sus anchas, y hacen lo que les da la gana y si te descuidas, como me pasó a mi te roban la bolsa de patatas que iba a ser mi comida. !UFFF pase miedo cuando me enseñó los dientes, el muy .....!. Bajamos la colina hasta llegar a donde hay unos Budas enormes dorados. Como se hacia tarde cogimos un bus local hacia Boudhanath, un recinto cerrado por las mismas casas donde habia un montón de gente dando vueltas a su alrededor de la estupa haciendo girar los "mane" que son las ruedas de oración. Me faltan ojos y oidos, no me quisiera perder nada. Ya decidimos volver al hotel y muy valientes cogimos otro bus, dabamos vueltas por cada vez callejuelas cada vez más estrechas y oscuras, y suerte de una pareja francesa que tambien iban a Thamel.
Cenamos en un bar donde habia mùsica en directo que suposo el broche para el primer dia.